31 mar 2011

Radiografía de proyección y rayos X:

El 8 de noviembre de 1895, el físico alemán Wilhelm Conrad Röntgen descubrió los rayos X accidentalmente cuando experimentaba con rayos catódicos.
Los rayos  X son electromagnéticos, como las ondas de luz o de radio, también pueden ser reflejados o quebrados. Sin embargo se diferencian de los rayos de luz porque son de muy alta potencia, lo que los hace capaces de penetrar la materia sólida.
Las radiografías se forman por un proceso de transmisión de  energía. El proceso consiste en un rayo de alta energía de fotones (rayos x) que pasa a través del cuerpo, el cual sufre atenuaciones que se bloquean por las estructuras y órganos corporales, que es captado en una película  radiográfica, y se revela por procesos químicos o detectores de imagen.
Para  la formación de fotones de alta anergia se emplea un tubo de rayos x. El tubo es  de cristal, sellado al vacio, contiene un filamento (cátodo) y un blanco metálico (ánodo) ambos de tungsteno. Una corriente eléctrica calienta el cátodo, el cual dispara electrones hacia el blanco. Al chocar a gran velocidad, los electrones generan la radiación que conforma el rayo de los fotones y sale por una pequeña abertura del tubo hacia el paciente. El resto del tubo se encuentra cubierto para evitar fugas nocivas  de radiación.
Un tubo de rayos X, como se mencionó  y una pantalla luminosa, son los dos componentes más importantes de equipo de diagnóstico radiográfico.
El objeto de estudio es colocado entre la fuente de rayos y la pantalla. Cuanto más denso sea el material, más radiación absorbe. La imagen del objeto que aparece en la pantalla (por ejemplo un hueso) es oscura. Ocurre exactamente lo opuesto con materiales más penetrables como la piel y los músculos.
En su tránsito a través del cuerpo o de la zona anatómica a estudiar, la radiación sufre atenuaciones de acuerdo con la densidad de los tejidos. En la radiografía convencional  se identifican cinco densidades.




Aire
Totalmente radiolucido.
Grasa
Moderadamente radiolucida.
Liquido
Moderadamente radiopaco.
Hueso
Principalmente radiopaco.
Metal
Totalmente radiopaco.



La imagen obtenida por este proceso tiene dos maneras de ser registrada: mediante placas radiográficas en forma permanente o en imágenes transitorias de una pantalla por fluoroscopia.
El diagnóstico con rayos X puede ayudar a detectar fracturas, cáncer de huesos u osteoporosis. Sin embargo, los rayos x también  ocasionan efectos biológicos  nocivos para la salud, por lo que los estudios radiográficos deben ser practicados de manera justificada y procurando exponer a los pacientes a la menor cantidad de radiación posible.

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